Soy fan de la joyería del pasado, más si trae una huella familiar. Me emociona tener unos pendientes de mí tatarabuela y pensar que las han lucido cinco generaciones diferentes. Una joya que ha visto como cambiaba este mundo y esta sociedad, que ha vivido momentos importantes familiares.
Pero no todas las joyas del joyero son de este cariz… a menudo hay piezas sin valor emocional, o con un valor estético diferente al actual, y se quedan cogiendo polvo en el fondo del joyero.
Así que, no es mejor darle una segunda oportunidad a este metal? Déjate asesorar, miraremos cuál es tu estilo, qué posibilidades hay, y lo convertiremos en una joya de diseño personalizado y actual.